La historia de tu vida comenzó con un sueño, un sueño que se gestó cuando yo era una adolescente fantasiosa y rebelde que hacía planes, muchos planes.
Siempre quise tener una hija, aunque no sé si te lo llegué a contar.
Quizás porque yo era la mayor de mis hermanos y mi madre la mayor de los suyos, pensé que la primera vez que fuera mamá, lo sería de una niña, pero el destino nos regaló, el 25 de marzo del 85, un precioso niño, tal y como papá había presagiado, y yo, en compensación, decidí su nombre. Papá se reservó, en el futuro, elegir el tuyo. Y Así llegó tu hermano David a nuestras vidas y así comenzó la historia de nuestra pequeña familia.
La vida de Barcelona era bastante complicada para una pareja de padres novatos. Los dos trabajábamos y no contábamos con la ayuda extra que la familia suele ofrecer cuando está cerca. Aun así, David siempre nos lo puso fácil porque era un niño buenísimo y sano. Poco a poco estábamos construyendo nuestros sueños y por un tiempo nos sentimos tan completos y agradecidos que me olvidé totalmente de ti.
A medida que iba pasando el tiempo y que empezamos a cogerle el truco a eso de ser padres, volviste a rondar mis pensamientos. Volví a experimentar la sensación de que me faltabas.
Papá se pasaba el día rodeado de niños y no estaba del todo convencido de aumentar la familia, pero tu tenías que llegar hasta nosotros en algún momento y yo soy muy insistente, ya lo sabes.
Yo te imaginaba María.
No sé por qué, pero también me empeñé en que tenías que ser Aries como David y yo, y eso nos supuso un estrés totalmente innecesario. Por más que lo intentamos, aquel verano del 88, no hubo manera. No querías transcender de mis pensamientos, y yo, que veía trascurrir el tiempo, me estaba empezando a enfadar contigo. Supe así que llegarías cuando te diera la gana, que tendrías un carácter fuerte e independiente y que serías, por lo menos, tan cabezota como yo.
Me quedé embarazada de ti a finales del mes de Noviembre de 1988 y nos confirmaron que eras niña cinco meses después. Niña y Virgo.
Esa niña que solo estaba en tu imaginación, un dia llegó a mi vida y lo revolucionó todo con su energia y alegría.
ResponderEliminarEstando en el patio del colegio recuerdo decirle que era la unica amiga con la que me veía creciendo, y así fue... mi mejor amiga, mi gran apoyo, puede que nunca supiese corresponderla.
Solo ella leyó mis textos de adolescente, y muchos años después, en nuestra ultima conversación, me animó a seguir escribiendo. Gracias Mei por tu amistad y gracias Marisa por este espacio, a mi ya me has ayudado, espero poder ayudarte a ti también con mis recuerdos y sentimientos. Un beso enorme a los tres
Muchas gracias Lara por tus palabras y por tu cariño. Espero que sigas compartiendo con nosotros muchos recuerdos. Un abrazo
EliminarY nos la regalaste ❤
ResponderEliminarTus palabras son paz a pesar del dolor, gracias por compartir algo tan íntimo.
Os quiero familia