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Desnudarse



Razones para escribir.

Dejar al descubierto las emociones y los sentimientos profundos siempre me planteó dudas. No me cuesta hacerlo con los amigos que me conocen, o con la familia que sabe lo que me ronda por la cabeza con solo mirarme a los ojos, pero abrir las ventanas de mi alma, de par en par, y dejar que todo el mundo vea lo que hay dentro, eso siempre me pareció correr riesgos. Bien es verdad que en esta oscura etapa de mi vida, en este nuevo yo que estoy intentando construir tras la demolición que ha supuesto la muerte de mi hija María, el miedo se ha diluido. La tragedia existencial, el infierno que he conocido, no puede situarme más abajo, y quizás escribir sin pudor, me ayude en esta deriva o en el más remoto de los casos, quizás pueda a ayudar a alguien.

Cuando sucede lo innombrable.

Yo, que ni siquiera sabía lo que era el duelo, me encuentro, de pronto, en un club al que nadie quiere pertenecer, el de los padres que han perdido un hijo. El club de las personas que sufren una gran tragedia, la peor de las tragedias, la que no tiene nombre. No soy huérfana, ni viuda, no hay palabra que defina la pérdida de un hijo. Por eso os entiendo perfectamente cuando cruzáis de acera y hacéis como que no me véis. Lidiar con ésto es terrible. Hace medio año, yo hubiera hecho, seguramente, lo mismo que vosotros, por eso os entiendo.
Sé que estoy como ausente, que no me importa casi nada, pero es que tratar de reorganizar mis sentimientos, recomponer mi existencia después de la muerte de María, me supone un esfuerzo ingente y la tristeza está instalada en mí con contrato previsible a largo plazo...
Ahora la soledad y el silencio suelen acompañarme, pero los abrazos son siempre bien recibidos y cuando no hay nada que decir, todo queda dicho.

Se descubren muchas cosas tras la muerte de un hijo. Entre ellas, que sólo algunas personas tienen capacidad para soportar el dolor ajeno. No siempre las que habrías imaginado, pero afortunadamente sí algunas. No te sientas mal si te ves en ese lado. Yo nunca he soportado ver sangre, me mareo. Cada uno es como es y hace lo que puede. La pena y la tristeza son compañías difíciles de gestionar. Soy consciente.
Ahora sé que nada está bajo nuestro control, nada de lo realmente importante, y que vivir de espaldas a la muerte no te aleja de ella. Que cada día es único y que mañana puede ser tarde para decirles a los tuyos lo mucho que los quieres. Que los hijos, a veces, se van antes que los padres... Lo sé a fuego.

También he descubierto que el amor es lo único que la muerte no puede arrebatarme porque cada día quiero más a María, y que el amor, al repartirse, no se divide sino se multiplica.

Y aquí estoy hoy, casi 5 meses después, tratando de recomponer los pedazos en los que me he convertido y lidiando con el duelo. Tratando de que el vacío y la tristeza no me devoren del todo. Agarrándome como puedo a la vida, porque sólo me queda eso, vivir y honrar la memoria de María de la mejor forma que las fuerzas y el amor incondicional que siento por ella y por mi familia, me permitan.

Esto va como va. A ratos. Unos terribles, otros malos y de vez en cuando, algún rayo de luz, que aunque fugaz, alimenta mi esperanza de que encontraré el modo. Luis y mi hijo David me acompañan.






Comentarios

  1. Aunque parezca que estamos del otro lado de la acera, en mi caso pq soy incapaz de llamaros, os tenemos muy presentes en nuestros pensamientos. Muchas veces me pregunto si llamando volvemos a urgar en ese dolor inmenso que ocupa vuestras vidas desde que María se fue.
    Me gustaría que compartieras en este blog por qué le llamabáis la reina pollito. Un abrazo enorme.

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    1. Querida Marilyn, podéis llamarnos sin temor cuando queráis. María está constantemente en nuestro pensamiento, no es que vosotros ni nadie, nos la recordéis al nombrarla. Lo único que puede suceder es que nos emocionemos y según el momento lloremos, pero hablar de María es algo que nos reconforta.
      Un abrazo muy fuerte para todos.

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  2. Buenos dias Marisa, nos conocimos en una gasolinera,apenas 5 minutos d conversacion,me preguntaste si yo era el padre d una d esas chulis,t dije q si y poco mas hablamos la verdad.Tu hija para mi era especial, nada mas verme,y le era igual donde me viese, a ella le importaba poco eso, jajjajaj, se me colgaba del cuello, me daba dos besos, y m decia ¡¡¡mi calvito!!! NUNCA LA OLVIDARE!! Espero que algun dia nos encontremos en la calle, te aseguro q yo no soy d los que cruzan de acera, y que siempre sereis bienvenidos a nuestra casa, como vosotros le habeis ofecido la vuestra a nuestra hija!!Muchas gracias por dejarme exteriorizar lo que siento por vuestra hija, Mucha fuerza y mucho animo a los 3 un beso de parte del calvito!!

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    1. Un abrazo muy fuerte Zalo. Muchas gracias por tus palabras. María os quería mucho y sabemos que vosotros también.

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  3. own29 de mayo de 2018, 13:42

    Soy Ana, y aunque no he tenido trato ni contigo, ni con Luis ni con tu hijo David, en mi hogar sois bien venidos porque para mi Maria fue como mi niña he tenido la gran suerte de conocerla gracias a la gran amistad que la unia a mi hija Sandra.Drifrute de muchos momentos con ella de sus risas y sus ganas de vivir, con ella todo se hacia contajioso. Entre las Chulis consiguieron convencerme para q les hiciera uno de esos videos tan peculiares que suelo hacer y que les hacia mucha gracia. Hoy no me arrepiento es parte del recuerdo que tendre siempre de Maria porque nunca la olvidare por lo mucho que se hacia querer. Siempre te tendre presente Maria.
    Un beso Marisa, Luis y David.

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    1. María se reía un montón con tus videos. Espero que un poquito más adelante, cuando estemos más preparados, tomemos un café juntas y los veamos juntas. Muchas gracias Ana. Os queremos

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  4. Recuerdo perfectamente tu pelo rojo, alguna vez nos encontramos en la calle cuando tú y María saliais de paseo con vuestro perro.
    !Qué grande María!
    Nos conocimos en el trabajo pero lo que nos unió fueron nuestros cafés después de clase en la Escuela de idiomas, cuántos ratos, cuántas risas...
    Recuerdo el primer día del mes de enero cuando crucé el parque que hay allí al lado, se me caían las lágrimas, todavía ahora cuando estoy allí con mi hija se me pone un nudo en el estómago.
    María es una estrella que no dejará de brillar jamás, hermosa por dentro y por fuera, inolvidable.
    Recuerdo cuando venía de Reino Unido y nos veíamos, ¡qué honor que tuviera un huequecito para nosotras!
    Cuánto amor tenía para todos, como te adoraba, a ti a su padre y a su hermano.
    Cuando me vuelva a cruzar contigo intentaré acercarme a ti, aunque no te lo puedo asegurar, soy demasiado débil.
    Espero que poco a poco encontréis consuelo, un abrazo para los tres.
    Natalia

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    1. Muchas gracias Natalia por tus palabras, Te aseguro que María estaría encantada de que nos conociéramos. Ánimate! compartir su recuerdo nos hará bien a las dos.
      Doy cada día gracias a mi hija por las muestras de amor que estamos recibiendo a través de quienes la habéis conocido. Un abrazo.

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  5. María con su alegría y su sonrisa contagiosa... siendo del mismo barrio nos terminamos conociendo en el trabajo (cosas del destino). Y aunque no era "amiga" si fuimos compañeras...de esas que no se olvidan y que recuerdas años después con sus muchas anécdotas. Y aún que no te conozco ,si me cruzo contigo te daré un abrazo de esos que no dicen nada y lo valen todo. Gracias por compartir tu experiencia, y todos en nuestro corazón llevamos un poco de María. Mucha fuerza ����

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    1. Muchas gracias Anais. No te imaginas lo que aprecio tus palabras y como me gustará tu abrazo.

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  6. Estimada Marisa, y otr@s compañer@s a los que logro leeros... Gracias por vuestras palabras. Hará 8 meses sufrí la pérdida de mi padre por cáncer. Desde entonces se que hay muchos aspectos aún no superados. Buscando en las redes encontré personas como vosotros que comparten esto en abierto, y me sorprendió lo difícil que es encontrar personas que sin un ánimo de lucro verdadero puedan compartir su experiencia, que es lo mejor en estos casos. Avida cuenta del asunto, decidí crear un grupo en whatsapp donde compartimos personas que hemos perdido seres queridos. Mi tlf para quién desee estar: 659902726; mi nombre Martín. Si conocen otros foros similares, otros espacios, ... por favor indíquenme. Estaré muy agradecido de invitar a personas que están pasando por malos momentos. Como bien has dicho, Marisa, expresar los sentimientos ayuda a ir caminando. Y caminar juntos, abrazados aún en la distancia, el camino se hace más llevadero. Un fuerte abrazo desde Madrid

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    1. Querido Martín, lamento mucho tu pérdida. He tardado días en contestarte porque no sabía muy bien que decir. Estoy convencida de que has creado ese grupo de whats con la mejor de las intenciones y posiblemente te sirva a ti y a mucha gente. Yo, sin embargo, creo que ese medio de comunicación no es válido para mi. Odio ver cientos de mensajes a cualquier hora con vídeos e imágenes... no se como explicarte, pero prefiero la lectura sosegada de un texto e interactuar mediante mail o a través de este blog. Acudo a un grupo de autoayuda donde charlamos viéndonos las caras, a veces con un café de por medio entre lágrimas y entre cierta esperanza. Te deseo lo mejor.
      Por aquí estaré para cuando quieras. Un abrazo

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  7. Hola, Marisa:

    No sé si me recuerdas. Compartimos durante unos cuantos años trabajo y momentos inolvidables. Cuando tú me hablabas de María y Daviz, así con Z, y yo estaba embarazada de mi primera hija. Aún recuerdo el día que vinisteis a mi casa a conocerla, con una planta en la que habías puesto el nombre de cada una de vosotras y un sonajero de plata con un diseño de Mariscal que aún conserva mi hija. Pero lo que me quedó grabado fue un momento en el que ella estaba llorando, la cogiste en brazos y te la llevaste a mi habitación mientras le decías que qué le pasaba, que ella era una niña muy buena. Y en ese momento se calmó. Ahí supe que eras una gran madre y pensé que quería transmitir tanta calma como tú. Hoy, por no sé qué motivo te he buscado por internet y me he encontrado con las entrevistas de la SER y me has emocionado. Y más ahora, donde la muerte se silencia, se asocia con el miedo pero sobre todo con la soledad. Ojalá nos prepararan para la muerte, que forma parte de la vida. NO aliviaría el dolor pero nos permitiría convivir con él de otra manera. Un beso enorme

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